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Cómo prevenir el mal aliento

La halitosis es un problema común con consecuencias psicológicas

 

La halitosis, o mal aliento, es un problema común que afecta al 20% de la población de nuestro país. Cuando se presenta de forma crónica, esta puede tener un fuerte impacto en la calidad de vida del paciente, afectando la autoestima y la confianza en uno mismo, y provocando limitaciones en las relaciones sociales. Otras consecuencias psicológicas incluyen la ansiedad, la depresión y el estrés.

Aunque existen medidas para mitigar la halitosis, es importante destacar que estas solo proporcionan un alivia temporal y no solucionan el problema. Por ello es importante buscar la ayuda de un dentista o un profesional médico.

En Dentinova disponemos de distintos tratamientos y recomendaciones generales para combatir la halitosis:

 

Higiene Oral

Mantener una higiene oral adecuada es fundamental para controlar el mal aliento. Limpiar la cavidad bucal adecuadamente puede ser la solución de la halitosis. Cepillarse los dientes como mínimo dos veces al día, siendo recomendable hacerlo después de cada comida principal, usar hilo dental en la cara interna de los dientes, siguiendo la forma de la pieza hasta entrar 1 mm. en la encía,  y limpiar la lengua, el órgano responsable de la mayoría de los casos de halitosis, con cepillo o limpiador lingual, previene la proliferación de agentes bacterianos responsables de olores desagradables, enfermedades orales y extraorales, y mejora el sentido del gusto.

Los enjuagues bucales antibacterianos también son un buen complemento de la higiene oral, pudiendo resultar adversos los que contienen alcohol.

 

Tratamiento médico

El mal aliento puede ser síntoma de algún problema médico, como las infecciones respiratorias, el drenaje postnasal, la bronquitis crónica, la enfermedad del hígado o de los riñones, entre otras. Por esta razón, si el odontólogo determina que tiene la boca saludable y no hay muestras de mejoría con la rutina de higiene oral, lo mejor es consultar con su médico de cabecera o con un especialista para determinar la causa del mal aliento.

El consumo de medicamentos, como los antidepresivos, también pueden incidir en el aliento, pues provoca sequedad de boca, o xerostomía, que ocurre cuando las glándulas salivales no producen suficiente saliva como para mantener la boca húmeda. En este caso se recomienda ingerir abundante líquido.

 

Hábitos

Los alimentos órgano-sulfurados como el ajo, la cebolla, el repollo y el brócoli, entre otros, las bebidas alcohólicas y el tabaquismo pueden causar mal aliento.

Un cambio en el estilo de vida del paciente puede ayudar a controlar la halitosis. Esto implica dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol o ajustar la dieta para evitar esos alimentos que contribuyen al mal aliento.

 

Recomendaciones generales

 El impacto del mal aliento matutino, algo común como resultado de un proceso fisiológico, puede mitigarse limpiando adecuadamente la boca antes de ir a dormir y tras el desayuno.

Las dietas rigurosas, como los ayunos prolongados, pueden provocar mal aliento. Consultar a su médico de cabecera sobre las mismas es recomendable.

Los enmascarantes o productos diseñados para ocultar o disfrazar el mal aliento no resuelven la causa de la halitosis y no son una solución a largo plazo. Entre los más utilizados encontramos la goma de mascar, o chicles, los caramelos o los sprays bucales. Todos ellos contienen mentol u otros sabores que proporcionan una sensación de frescura, aunque se tratan de soluciones temporales, recomendables solo cuando no se puede acceder a una buena higiene bucal.

Por último, la oxigenación de la boca beneficia la salud oral y la calidad del aliento. Consiste en aumentar el nivel de oxígeno en la cavidad oral mediante enjuagues con oxígeno activo o el uso de dispositivos especiales que favorecen una mayor concentración de este.  La creencia de que las bacterias tienen dificultades para sobrevivir en un entorno altamente oxigenado ha promovido esta medida de combate.

Halitosis